¿Buscamos cada vez más
las emociones fuertes e intensas?
¿Buscamos cada vez más las emociones fuertes e intensas?
Heidy Natalia Orozco García |
Hoy todo es más efímero e inmediato. Tal
vez por eso, en las nuevas relaciones de pareja, se tienda más que nunca a
la búsqueda de emociones cada vez más fuertes e intensas, con el
fin de evitar la rutina o caer en un juego tedioso, monótono y
cotidiano. Dicen que el aburrimiento es lo más “antierótico” en una
relación. Y la creatividad es esencial para que la relación de pareja sea más
perdurable.
La nueva mujer está a la altura con el
concepto que aplica Anthony Giddens del "hombre inmediato". Y hay nuevas demandas y
nuevas ansiedades que, sino saciar, por lo menos -calmar cuanto
antes.
Luego, ambos buscan saciar
sus emociones en la inmediatez. Hacer realidad sus pasiones sin valorar
las consecuencias a más largo plazo, pero ¿es el hombre el que menos reflexiona
sobre las posibles consecuencias de las transgresiones? ¿Ellas más
emocionales, siguen teniendo miedo a transgredir las reglas? Vamos, más
cerebrales. “Se retraen, pero una vez iniciadas, remontan las aguas bravas” (alguien
decía). Ahí de -virtuosas o disolutas, y una vez implicadas en el juego, de divinas
pueden convertirse en diabólicas. Como refleja nuestra viñeta (Autora:Natalia Orozco. Diseñadora
Gráfica).
¿Existen diferencias entre hombres
y mujeres en esto de entregarse? ¿Les cuesta más a las
mujeres separar lo genital del corazón?
Sí puede, o depende en qué
circunstancias, pero, una vez que surja el estallido pulsional, se entregan con
mayor pasión. La nueva mujer emancipada, liberada de la condena
reproductiva según la “hipótesis represiva” de la que habla Michel Foucault.
En el hombre, una vez iniciado el juego,
se retrae más por miedo al compromiso y a su implicación emocional.
¿Individualismo, narcisismo en ambos sexos? El hedonismo es un imperativo en
este cambio social y relacional.
Luego, ¿los límites en el grado de
implicación, son diferentes para cada sexo?
Una cita de Rodríguez Rust: “Las
personas se pueden sentir atraídas sexualmente por personas con las que nunca
consentirían tener relaciones sexuales, y pueden imaginar amores con personas a
quienes ni siquiera conocen y ni quieren conocer”.
Pienso que esto es más propio de
las mujeres. Ellas valoran más si el hombre está comprometido o tiene su
pareja. Según algunos estudios realizados, y perdón que no los cite, afirman
que ellas no siempre ven al hombre como un posible objetivo de conquista,
mientras que ellos nunca lo descartan.
Pero esto de buscar
las diferencias hombre-mujer así tan universales y válido para ambos
sexos, no deja de ser un error garrafal. Todos tenemos parte de ambos
sexos, pero la sociedad en muchos casos no admite ambigüedades.
Por eso y siguiendo a Elisabeth
Badinter, “existe un nuevo modelo de hombre reconciliado”. Un concepto
nuevo para definir a un hombre actual que sabe aceptar sin miedos la parte
femenina que lleva dentro y es capaz de buscar el equilibrio como hombre.
Si ellas
se implican más emocionalmente, también es cierto que muchos hombres, tras
haber conseguido su propósito, desaparece de la escena, se difumina ¿será por
miedo a implicarse, miedo o espanto al compromiso?
En definitiva, esto es cuestión de madurez. Dentro de cada uno, sea hombre o
mujer, cohabitan los dos modos de ser, de sentir, de amar. La madurez llega
cuando aprendemos a amar sin esperar nada a cambio. Acabo con una cita:
"Me aman porque yo también amo"(Erich Fromm).
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