Hombres
y mujeres cada vez más igualados. Hacer realidad las eternas fantasías tiene sus riesgos.
“No nos une el amor, sino, el espanto” (J.L. Borges)
Si lo que une a las parejas ya no
es el amor romántico, y si el amor pasión solo es un breve instante que se apaga con
la convivencia, habrá que trabajar contra la rutina que arruina la confluencia.
A lo largo de la vida surgen
ocasiones, para tener una aventura sexual. La cuestión es si estás
preparado para hacerle frente y salir airoso,
o por el contrario, te lanzas a la aventura sin reflexionar sobre lo que podría venir tras haberla realizado. Raramente, después de
traspasar una puerta, de haber satisfecho tus
perentorios impulsos ¿te dejará indiferente? Casi siempre tras una aventura hay contrapartida. Para
empezar, muy posiblemente el grado de
complicidad con tu pareja, empiece a
debilitarse si has roto el pacto basado en la lealtad y el respeto. No digo que todas reaccionen
de la misma forma ante un mismo
suceso. Somos lo que hemos vivido, por
eso nuestra propia biografía nos hace tan distintos los unos de los otros en un mismo mundo que nos impone
sus normas.
Ante la infidelidad, siempre
habrá un antes y un después. La pareja establece sus propias reglas de juego y cuando se rompen estas, los conflictos son inevitables. Se recomienda,
como en un juego de cartas, barajar de nuevo o cambiarlas, tras negociar con
ella.
Prefiero aquí no hablar del amor,
porque cada pareja define su amor. Por eso creo que no afectará de la misma
forma a todas. Y cómo incide la infidelidad en esa pareja, todo dependerá de
muchos factores, del grado de complicidad, de lo que les une, proyectos
compartidos. Y cuando hay infidelidad, se ha roto un pacto basado en el respeto
mutuo, y
una vez roto por infidelidad, se ha iniciado un juego cuyo grado de
peligrosidad cada pareja hará sus
propias valoraciones.
¿Cualquier tipo de infidelidad es
igualmente mala? No sería igual un
suceso fugaz, fortuito, episódico, que
una serie de encuentros en los que haya
otro tipo de implicaciones emocionales.
Me explico, un hecho fortuito, puntual, puede que solo quedara en mera
anécdota. Pero, cuando hay más, por ejemplo, un hecho planificado, repetitivo y
que suponga una búsqueda compulsiva de la otra persona, que llene carencias o
satisfaga necesidades afectivas, de
reconocimiento o cualquier otra carencia que no encuentras con tu actual pareja.
¿Hablamos de otro tipo de infidelidad, o en cualquier caso, siempre es una traición que no admite
justificación? ¿Es lo mismo un encuentro
episódico que un encuentro de más largo plazo? La respuesta la tienen los
propios actores implicados, la pareja en cuestión. Cada una evaluará los
daños colaterales que puedan haber implicado el suceso en cuestión.
Conozco casos en los que tras conocer su pareja el hecho, la reacción ha sido diferente. Unas han negociado y se han perdonado la traición, e incluso tras prometer que nunca
más iba a ocurrir, han vuelto a caer y es nuevamente perdonada. Otras, en cambio
abandonaron el barco tras la primera aventura.
Del tópico de que cada pareja es
un mundo, hoy es un hecho especialmente cierto. Los nuevos modelos de pareja
cada vez están más alejados de los tradicionales. Las culturas occidentales, con
la sociedad de consumo en auge, que las hace más fluidas, han modelado unas relaciones polimorfas.
Entre el amor romántico y el amor pasión, hoy, surge un modelo de amor que
Anthoy Giddens llama –amor confluente.
Un nuevo amor que surge en la era actual, basado en la reflexividad de cada uno
de sus miembros, en base a un individualismo relacional, o mejor dicho de dos
individualidades que tras negociar lo que les une, deciden juntar sus intereses
en el día a día, en lo inmediato. Son felices en el hoy, en una sexualidad plástica (Giddens,A), a pesar
de la incertidumbre del mañana-están juntas mientras dure y convenga a ambos.
Para muchas parejas, en este modelo los encuentros episódicos pueden tener
consecuencias tan trascendentales como los modelos más tradicionales. Pero,
también muchas parejas definen que es para ellas infringir sus normas. Ciertas parejas, hasta los pueden valorar de beneficiosos, o ver el lado positivo en la alternancia. Otras lo
verán negativo siempre y bajo cualquier circunstancia. Como demuestran las encuesta, sobre qué piensan sobre las infidelidas(es), más de la mitad las condena. Aunque, hombres y mujeres parece que valoran de diferente forma la infidelidad, según sea físicas o emocionales. Y es que si hablamos de dos tipos de infidelidades -la emocional y la sexual-al parecer,a las mujeres les afecta más las primeras y los hombres las segundas.
Lo cierto es que, cada vez hay más parejas con vidas paralelas o "amistades peligrosas", según diversos estudios.
Ver un ejemplo: El día del pirata se anticipa aldía de los enamorados.
Ver un ejemplo: El día del pirata se anticipa aldía de los enamorados.
Bibliografía: Anthony Giddess: Transformación de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas.1995 (5ªed.).CATEDRA.