lunes, 20 de julio de 2015

MAGALLUF, EL PARAISO DE LA CULTURA JUVENIL OCCIDENTAL


El fenómeno de Magalluf hay que verlo como un "rito de paso", como ese umbral que hay que superar para formar parte de esa cultura del ocio dirigida a los jóvenes europeos de clase media o media alta; población hegemónica y diana del consumo.
 Son chicos y chicas de entre 18 y 20 años de países anglosajones: británicos, alemanes, noruegos, daneses,  en su mayoría, pero también españoles, italianos. Para muchas, son sus primeras borracheras en edad legal, y el despelote generalizado como consecuencia de la ingestas etílica. Siempre el alcohol y como no, la sexualidad de consumo, esa con borrachera, la del todo vale, aunque no te enteres de nada.
Todo es parte de la mercancía en este modelo de mercado manipulado por el marketing agresivo de corte neoliberal. Un mercado dirigido a los jóvenes como si por el mero hecho de serlo, todo les es permitido. Los productos: alcohol,drogas, sexo salvaje, amnesia etílica, frustraciones, conductas violentas y transgresoras. Muchos recordarán siempre este ritual de los 18 años, pero otros no podrán contarlo nunca, como el caso del otro día: un chico se tiraba desde un balcón de 15 metros de altura. Por cierto, sus padres también pasaron por este mismo ritual.



Los ritos de paso se producen en la adolescencia sobre todo, para renacer como adultos, para hacerse visibles y ser aceptados por el grupo. Pero la adolescencia en nuestras culturas se alarga cada vez más y la madurez no está bien vista. La eterna juventud es la forma privilegiada de la sociedad de consumo.


Tampoco hay que rasgarse las vestiduras por estos rituales. Los hemos vivido muchos de nosotros. Los ha habido siempre. Los he conocido gracias a diferentes estudios sociales relacionados con las conducta de los adolescentes; observado, y a través de entrevistas individuales y de grupos de discusión  sobre estas prácticas en menores de edad entorno a los chiringuitos feriales en las fiesta patronales...Sí,  y eso de las felaciones a cambio de unas copas o por mero juego también  pasa cuando el alcohol les hace perder el control. De qué nos extrañamos; esto irá a más porque forma parte del mercado global.Alcohol y transgresión...y la sexualidad como su mejor producto de consumo.
A pesar del espectáculo juvenil, y del espacio para ellos, hablamos de un enclave turístico excepcional. 

1 comentario:

  1. Por cierto, he estado por Magalluf cenando, comiendo, disfrutando del buen trato de los profesionales que trabajan en los complejos hoteleros.
    No hay nada nuevo bajo el sol que no existiera ya antes, y las exageraciones mediaticas sobre el asunto no se corresponde con la realidad. Todos fuimos jóvenes, aunque con menos alcohol y mas represión. Los tiempos han cambiado.

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