martes, 14 de julio de 2015

¿ AUMENTAN LAS INFIDELIDADES EN ÉPOCA ESTIVAL?

Buscamos noticias relacionadas con infidelidades y aparecen montones. Pero, ¿realmente son creíbles? Pongo en duda el procedimiento de investigación, ya que, a mi entender, son poco contrastables o verificables, sobretodo en este tema tan íntimo y personal es complicado. Lo cierto es que si aumentan las infidelidades, como así afirman ciertos estudios, deberíamos hacer una reflexión desde lo social, sobre los cambios sociales de la población objeto de estos estudios.

Viñeta de Natalia Orozco García (D.G)

¿A qué  puede deberse?
La infidelidad no es un fenómeno nuevo. Existe desde los inicios de la humanidad. ¿Eva se la pegó a Adán con la manzana y le propuso un trío con ella? Bromas aparte. La infidelidad ha existido siempre. Condenada por la Biblia “No Cometerás adulterio”. Por la Iglesia “No fornicarás” En definitiva, como dice José Ramón Landa [1] “No fallarás... que quiere decir....  no follarás”.
¿La infidelidad solo es cuando hay relaciones sexuales “completas”?
Antes, el término adulterio era reservado a la mujer: adulterio era sinónimo de mujer adultera.
Hoy los tiempos son otros, por lo menos en la cultura occidental. La mujer tiende a igualar al hombre en el tema de las infidelidades.  
Antes había un reparto de espacios diferentes para cada sexo, la mujer dominaba el ámbito emocional, lo privado y el hombre el público. Ahora, los tiempos han cambiado -la mujer compite con el hombre en el espacio el público, y sigue dominando el emocional.
Ahora los tiempos que comparte con su pareja son otros: prácticamente no hay tiempo para nada, y no digamos para la intimidad. El trabajo les  ocupa gran parte de su vida y si no lo saben gestionar, y termina dominando su existencia, -cortocircuitando todo el sistema relacional.

Los modelos culturales han cambiado. Los valores han cambiado. El modelo de amor ha cambiado. Sociedad de consumo donde  la sexualidad lo domina todo. Privilegia el ser joven. Hedonismo, narcisismo. La eterna forma de ser joven. Cuando amenaza su seguridad de sentirte joven, en esa edad liminal…en la que ya no eres joven, pero tampoco viejo. La madurez ya no es considerada como valor. Quieres demostrarte que aún eres persona válida. Que sigues gustando y sigues apetecible. Valor de la mercancía satisfactoria.

El modelo de amor confluente
Ya no es el amor  romántico, y el amor pasión dura apenas unos instantes. Ahora es otro tipo de amor- el que Antony Giddens[2] llama en la “Transformación de la Intimidad” amores confluentes. Esto es, que se buscan  en base a una cierta homogeneidad, y comparten mientras dura. Y cuando ya no conviene lo dejan.
Hombres y mujeres inmediatos. El hombre inmediato. Reflexivo, en el sentido de que  quiere algo, ya, y a veces no valora las consecuencias. Toma decisiones pero no sabe valorar los riesgos. Esto es la sociedad del riesgo.

Desiguales o cada vez más igualados los sexos en una erótica común y masculinizada

La mujer ha dominado en ámbito emocional y sensitivo, pero ahora se trata de igualar al hombre y lo que no sabe es que está cayendo en la misma trampa. Hombre penetrativo, y la mujer exige que esté a la altura.
¿La mujer demanda su erótica en igualdad con el hombre? La cuestión es si de verdad se trata de igualar  esa forma equivocada de tener relaciones sexuales. Las puramente penetrativas, genitales, cantidad más que calidad. Entonces, estamos hablando de un cambio cualitativo muy importante. Sabemos la obsesión de muchos hombres de centrar su actividad sexual en el rendimiento –quedar como campeones, siempre pensando que  la erección permanente es la forma genuina de hombre válido. Se olvida que la sexualidad  no es solo follar, -pene-vagina- y perdernos la capacidad para desarrollar las habilidades sensitivas, algo así como saborear un buen vino...con los sentidos.
Ahora y según en que situaciones, ambos sexos demandan una erótica más penetrativa y menos exploratoria ¿Una sexualidad más fugaz y efímera? Es lo que tiene una noche loca con copas incluidas. Y lo alarmante es cuando una de las partes transgrede las reglas de juego, pero eso ya es otro tema. Ver esta entrada

¿Existen dos tipos distintos de infidelidades?

 Aun existen estudíos que separan los dos tipos de infidelidades – la afectiva o emocional y la física, y parece que las mujeres reaccionan de forma diferente  ante ambas.
La mujer puede involucrarse más en lo afectivo/emocional y el hombre más en lo físico. Pero, no sé. Puede ser un tópico más. El caso es que las mujeres, cuando les preguntas, afirman que las que peor llevan son las infidelidades de tipo emocionan. Y las físicas... "pueden perdonarlas, pero nunca las olvidan".

¿Y en verano qué?

Ya lo decía la canción de Rafaela Carrá…”para hacer el amor hay que venir al sur…” El verano, relacionado con el sur, el calor, el estado de ánimo, cuerpos desnudos, la erótica por excelencia se da más en verano que en invierno.
El factor tiempo. Es la época de las vacaciones para muchas personas. Se trata de saber compartir ese tiempo libre. Hoy las parejas, las de los treinta y tantos, a penas comparten su tiempo por cuestiones de trabajo. Si tienen la suerte de hacer confluentes sus vacaciones, es apenas una semana. Poco habituados a estar tanto tiempo juntos.

Sexualidad como mercancía en la sociedad de consumo

Ya lo comentaba A. Giddens, la sexualidad es la protagonista.En la economía de mercado,  Fidelidad a la marca, cambios permanentes para que el valor del producto sea satisfactorio y competitivo.
En la pareja, se han de dar esos mismos cambios y no caer en el aburrimiento: La insatisfacción.
Seguiré con este tema. Porque ahora la moda es la de buscar pokémons, y mientras qué....




[1] Joserra Landa A.J., es sexólogo, profesor del INCISEX
[2]Antony Giddens Transformación de la intimidad. 

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