CUERPOS
DESNUDOS Y ARTE
El cuerpo humano ha sido en todas
la épocas tema central en el arte, de sus normas y reglas morales. Es a través
del desnudo, como mejor se ha representado en todas las épocas históricas la
condición sexual humana. Cualquier
estudiosos del hecho sexual humano no puede prescindir del recorrido histórico
del arte y lo que representa en la erótica de las personas, siempre cambiante y
sobre la sexualidad siempre condicionada por la cultura.
Y estar desnudo a ser un desnudo, consiste según Kenneth Clak: 1987,
estar sin ropa en el primer caso, y el segundo una forma de arte. Según él, un
desnudo no es el punto de partida de un cuadro, sino un modo de ver propio del
cuadro, y tiene que ver con la sexualidad vivida. O sea, con la propia persona
que lo mira.
El cuerpo humano desnudo siempre ha sido el tema central en el arte.
Está cargado de significados no solo para la propia persona
que lo representa, sino para la sociedad, el público que lo observa.
Su valor mitológico como religioso queda de
manifiesto en las expresiones artísticas de las antiguas culturas. Lo pagano y
lo sagrado se entrecruzan en la ambigüedad en lo que a veces es difícil
establecer las fronteras (Gonzalez Requena,:1992).
DÓNDE ESTÁ LA FRONTERA ENTRE ARTE Y EROTISMO
Cuantos
antepondrían el concepto de arte auténtico con el de erótica en el arte, como
si ésta fuera otra clase de arte marginal, espurio. Hasta algunos
mogiteramente, distinguirían entre lo
erótico y lo pornográfico frente al verdadero arte. La mezcla entre cuestiones ético-moralistas
más que contribuir a su aclaración, reprimen la libre mirada que haga fluir las
fantasías que generan nuestra imaginación cuando nos recreamos en la
contemplación de una obra de arte.
Es
muy posible que las obras eróticas fueran creadas precisamente por ser
censuradas, y porque la sexualidad siempre ha sido sometida al control,
vigilancia y castigo (Foucault). Así, el
arte erótico no es el reflejo de la libertad sexual lograda, sino, más bien
producto de la supresión y represión a
la que ha sido sometido.
El desnudo en la Grecia antigua
era fundamentalmente masculino; los cuerpos representaban la juventud, la
vitalidad y la perfección del espíritu; a penas se representaba la desnudez femenina
salvo para las divinidades Afrodita, Venus. También se rechazaban los cuerpos
con defectos, por eso no se representaban los cuerpos desnudos que no fueran
atléticos.
Después, en el Medievo, la
tradición judeo-cristiana proscribiría las muestras de los cuerpos desnudos
como impuros y vergonzantes, solo dignos de esclavos y miserables. Aun así, el
desnudo ha estado presente en el arte, en todas las culturas y en todos los
tiempos, hasta nuestros días.
Para
John Berger, el contenido erótico de ciertas obras de arte con desnudos no es
expresión de los propios sentimientos del artista, sino de quién la encarga.
En
la pintura, por ejemplo, el artista es
como el sacerdote en el ritual
religioso. Es el mediador entre la divinidad representada y la mirada que
observa; entre ambos se establece un vínculo espectacular, como mediador debe
anularse en el sentido de la relación intima sujeto-objeto, en comunión. Aquí,
nos hace pensar en la oposición profano-sagrado,
unas veces cambiante, pero que los límites difusos entre ambos términos han
sido establecido por las normas morales en cada momento histórico del arte.
Pero,
en las fantasías, la imaginación subjetiva del sujeto que mira, no tiene más
límites que la capacidad para generarlas. Ver estas dos obras, me hace poner en
marcha mis fantasías y porqué no, el paralelismo entre la Gran Ola, del pintor japonés KATSUSHIKA,
y la de George Hare, La victoria
de la fe, y porqué no
pensar mirando la primera obra, que el Mar (jang)
masculino abraza y penetra a la Tierra (jin).
Según
el profesor Gonzalo Abril, la mirada no es algo que sólo se hace con los ojos, "es algo que trasciende lo fisiológico
y tiene más que ver con la experiencia sensorial de cada uno"; refiriéndose al texto visual en un concepto más amplio que el de simple imagen.
Establecer
un diálogo visual entre la obra y el espacio que la rodea, lo implícito y lo
explicito, lo de dentro y lo de fuera como parte de la misma; es una mirada
interdiscursiva. Buscando en la experiencia, que consiste en la necesidad de
comprender los procesos mentales mediante la percepción, como proceso cognitivo
por el que somos capaces de elaborar, interpretar, analizar, integrar lo que
captan nuestros sentidos. Es lo que Merleau Ponty llama “La conciencia Perceptiva” . Todo se produce en relación; el acto de mirar el objeto trasciende al
propio objeto y traslada al sujeto -que mira
al más allá- a un mundo imaginado.
Bouderaire
decía en El pintor de la vida Moderna:
“La mujer es el objeto de la admiración más viva que el cuadro de la vida puede
ofrecer a su contemplador. Es una especie de ídolo estúpido tal vez, pero,
deslumbrante, hechicero, que mantiene los deseo y las voluntades".
Podemos
llegar a la conclusión de que la representación del desnudo en el arte, ha sido protagonizado fundamentalmente a
través del cuerpo femenino. El arte debe a las mujeres haber servido como
objeto de deseo para su destinatario; unas veces como vírgenes, diosas,
heroínas, prostitutas, donde el deseo y la mirada, vuelven real lo imaginado.
Quién define lo que es arte y lo que solo es erotismo, pornografía¿Dónde están los límites entre arte y pornografía?¿ Es igual estar desnudo que ser el desnudo? Formas de ver: ¿Cuál es el límite de la mirada? La sexualidad vivida condiciona la mirada.
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