martes, 23 de julio de 2013

DIFERENCIAS ENTRE ESTAR DESNUDO Y SER UN DESNUDO

CUERPOS DESNUDOS Y ARTE
El cuerpo humano ha sido en todas la épocas tema central en el arte, de sus normas y reglas morales. Es a través del desnudo, como mejor se ha representado en todas las épocas históricas la condición sexual humana.  Cualquier estudiosos del hecho sexual humano no puede prescindir del recorrido histórico del arte y lo que representa en la erótica de las personas, siempre cambiante y sobre la sexualidad siempre condicionada por la cultura.
 Y estar desnudo a ser un desnudo, consiste según Kenneth Clak: 1987, estar sin ropa en el primer caso, y el segundo una forma de arte. Según él, un desnudo no es el punto de partida de un cuadro, sino un modo de ver propio del cuadro, y tiene que ver con la sexualidad vivida. O sea, con la propia persona que lo mira.
El cuerpo humano desnudo  siempre ha sido el tema central en el arte. Está cargado de significados no solo para la propia  persona  que lo representa, sino para la sociedad, el público que lo observa.
Su valor mitológico como religioso queda de manifiesto en las expresiones artísticas de las antiguas culturas. Lo pagano y lo sagrado se entrecruzan en la ambigüedad en lo que a veces es difícil establecer las fronteras (Gonzalez Requena,:1992).
DÓNDE ESTÁ LA FRONTERA ENTRE ARTE Y EROTISMO
Cuantos antepondrían el concepto de arte auténtico con el de erótica en el arte, como si ésta fuera otra clase de arte marginal, espurio. Hasta algunos mogiteramente,  distinguirían entre lo erótico y lo pornográfico frente al verdadero arte. La mezcla entre cuestiones ético-moralistas más que contribuir a su aclaración, reprimen la libre mirada que haga fluir las fantasías que generan nuestra imaginación cuando nos recreamos en la contemplación de una obra de arte.
Es muy posible que las obras eróticas fueran creadas precisamente por ser censuradas, y porque la sexualidad siempre ha sido sometida al control, vigilancia y castigo (Foucault). Así,  el arte erótico no es el reflejo de la libertad sexual lograda, sino, más bien producto de la supresión y  represión a la que ha sido sometido.
El desnudo en la Grecia antigua era fundamentalmente masculino; los cuerpos representaban la juventud, la vitalidad y la perfección del espíritu; a penas se representaba la desnudez femenina salvo para las divinidades Afrodita, Venus. También se rechazaban los cuerpos con defectos, por eso no se representaban los cuerpos desnudos que no fueran atléticos.
Después, en el Medievo, la tradición judeo-cristiana proscribiría las muestras de los cuerpos desnudos como impuros y vergonzantes, solo dignos de esclavos y miserables. Aun así, el desnudo ha estado presente en el arte, en todas las culturas y en todos los tiempos, hasta nuestros días.
Para John Berger, el contenido erótico de ciertas obras de arte con desnudos no es expresión de los propios sentimientos del artista, sino de quién la encarga.
En la pintura, por ejemplo, el artista es  como el sacerdote en el ritual religioso. Es el mediador entre la divinidad representada y la mirada que observa; entre ambos se establece un vínculo espectacular, como mediador debe anularse en el sentido de la relación intima sujeto-objeto, en comunión.  Aquí, nos hace pensar en la oposición profano-sagrado, unas veces cambiante, pero que los límites difusos entre ambos términos han sido establecido por las normas morales en cada momento histórico del arte.
Pero, en las fantasías, la imaginación subjetiva del sujeto que mira, no tiene más límites que la capacidad para generarlas. Ver estas dos obras, me hace poner en marcha mis fantasías y porqué no, el paralelismo entre la Gran Ola, del pintor japonés KATSUSHIKA, y la de George Hare, La victoria de la fe, y  porqué no pensar mirando la primera obra, que el Mar (jang) masculino abraza y penetra a la Tierra (jin).
Según el profesor Gonzalo Abril, la mirada no es algo que sólo se hace  con los ojos,  "es algo que trasciende lo fisiológico  y tiene más que ver con la experiencia sensorial de cada uno"; refiriéndose al texto visual en un concepto más amplio que el de simple imagen.
Establecer un diálogo visual entre la obra y el espacio que la rodea, lo implícito y lo explicito, lo de dentro y lo de fuera como parte de la misma; es una mirada interdiscursiva. Buscando en la experiencia, que consiste en la necesidad de comprender los procesos mentales mediante la percepción, como proceso cognitivo por el que somos capaces de elaborar, interpretar, analizar, integrar lo que captan nuestros sentidos. Es lo que Merleau Ponty llama “La conciencia Perceptiva” . Todo se produce en relación;  el acto de mirar el objeto trasciende al propio objeto y traslada al sujeto -que mira al más allá- a un mundo imaginado.
Bouderaire decía en El pintor de la vida Moderna: “La mujer es el objeto de la admiración más viva que el cuadro de la vida puede ofrecer a su contemplador. Es una especie de ídolo estúpido tal vez, pero, deslumbrante, hechicero, que mantiene los deseo y las voluntades".
Podemos llegar a la conclusión de que la representación del desnudo en el arte,  ha sido protagonizado fundamentalmente a través del cuerpo femenino. El arte debe a las mujeres haber servido como objeto de deseo para su destinatario; unas veces como vírgenes, diosas, heroínas, prostitutas, donde el deseo y la mirada, vuelven real lo imaginado.





1 comentario:

  1. Quién define lo que es arte y lo que solo es erotismo, pornografía¿Dónde están los límites entre arte y pornografía?¿ Es igual estar desnudo que ser el desnudo? Formas de ver: ¿Cuál es el límite de la mirada? La sexualidad vivida condiciona la mirada.

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