viernes, 10 de abril de 2015

¿ES IGUAL LA MIRADA ANTE UN DESNUDO QUE ANTE UNA PERSONA DESNUDA?

El cuerpo humano ha sido en todas la épocas tema central en el arte, de sus normas y reglas morales. Es a través del desnudo, como mejor se ha representado, en todas las épocas históricas, la condición sexual humana.  Cualquier estudioso del hecho sexual humano, no puede prescindir del recorrido histórico del arte y lo que representa en la erótica de las personas, siempre cambiante, por supuesto, y sobre todo, respecto a  la sexualidad, siempre condicionada por la cultura.
 Y estar desnudo a ser un desnudo, consiste según Kenneth Clak (1987), estar sin ropa en el primer caso, y el segundo, una forma de arte. Según él, un desnudo no es el punto de partida de un cuadro, sino un modo de ver propio del cuadro, y tiene que ver con la sexualidad vivida. O sea, con la propia persona que lo mira.
El cuerpo humano desnudo  siempre ha sido el tema central en el arte. Está cargado de significados no solo para la propia  persona  que lo representa, sino para  el público que lo observa.

 DÓNDE ESTÁ LA FRONTERA ENTRE ARTE Y EROTISMO
        
Cuantos antepondrían el concepto de arte auténtico con el de erótica en el arte, como si ésta fuera otra clase de arte marginal, espurio. Es muy posible que las obras eróticas fueran creadas precisamente por ser motivo d censura, y porque la sexualidad siempre ha sido sometida al control, vigilancia y castigo (Foucault). Así,  el arte erótico no es el reflejo de la libertad sexual lograda, sino, más bien producto de la supresión y  represión a la que ha sido sometido.
Para John Berger, el contenido erótico de ciertas obras de arte con desnudos no es expresión de los propios sentimientos del artista, sino de quién la encarga.
En la pintura, por ejemplo, el artista es  como el sacerdote en el ritual religioso. Es el mediador entre la divinidad representada y la mirada que observa; entre ambos se establece un vínculo espectacular, como mediador debe anularse en el sentido de la relación intima sujeto-objeto, en comunión.  

La imagen como generadora de las fantasías. La imaginación subjetiva del sujeto que mira, no tiene más límites que la capacidad para generarlas. La mirada no es algo que sólo se hace  con los ojos,  es algo que trasciende lo fisiológico  y tiene más que ver con la experiencia sensorial de cada uno; refiriéndose al texto visual en un concepto más amplio que el de simple imagen.

Establecer un diálogo visual entre la obra y el espacio que la rodea, lo implícito y lo explicito, lo de dentro y lo de fuera como parte de la misma; es una mirada interdiscursiva. Buscando en la experiencia, que consiste en la necesidad de comprender los procesos mentales mediante la percepción, como proceso cognitivo por el que somos capaces de elaborar, interpretar, analizar, integrar lo que captan nuestros sentidos.


Podemos llegar a la conclusión de que la representación del desnudo en el arte,  ha sido protagonizada fundamentalmente a través del cuerpo femenino, aunque hoy la mujer exige recrearse con el cuerpo masculino con más fuerza que el hombre con el femenino. El arte debe a las mujeres haber servido como objeto de deseo para su destinatario; unas veces como vírgenes, diosas, heroínas, prostitutas, donde el deseo y la mirada, vuelven real lo imaginado. Hoy ¿ambos desnudos, el de hombre y el de la mujer están igualados en este mercado de la oferta y la demanda?
 Me gustaría saber si ambos cuerpos son mirados o imaginados de la misma forma. Me refiero a que si hombre y mujer tienen la misma mirada ante un desnudo humano.

1 comentario:

  1. Con esto de los derechos de autor, tengo que buscarme la vida con las fotos. He tenido que decirle a mi hijo que posara para mí. ¿Mola eh...?

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