martes, 12 de diciembre de 2017

LA EDUCACIÓN ES LA CULPABLE


CUANDO EL ODIO Y EL RENCOR DIRIGE NUESTRAS VIDAS, NOS ANULA COMO PERSONAS SOCIALES Y NOS CONVIERTE EN "BESTIAS HUMANAS"


¿LA EDUCACIÓN ES LA CULPABLE PARA TANTO RENCOR Y ODIO?
La inmadurez social queda demostrada cuando se insulta y abuchea a los adversarios, y qué casualidad que siempre por los mismos, nunca al revés. Mientras los primeros, los intolerantes, presumen de ser democráticos, para estos, todos los demás son indecentes, fachas. No termino de entender nada. 
Inevitablemente somos lo que hemos vivido. Pero lo que si os digo, es que aprendí a distinguir lo bueno de lo malo; y así eduqué a mis hijos. 
 Me educaron en valores. Me enseñaron a respetar y a ser respetado. Aprendí que el sacrificio, el esfuerzo, la cooperación, el compañerismo, la docilidad,eran más importantes que la arrogancia, la soberbia... y eran buenos para crecer como personas. El respeto al de arriba y al de abajo, al adversario, era la clave del buen  líder. También se me educó en el amor a  nuestra cultura. 
Por eso, tal vez, seamos tan diferentes, pues todo es fruto de la educación recibida. Por eso entiendo que a los que se les educó en contra, no tengáis idea de lo que significa para mí, o para la gente que ha recibido esta formación como yo, toda esta urdimbre de símbolos que tanto significan en cada cultura.Curiosamente, ahora doy más importancia a las creencia, rituales y tradiciones culturales gracias a la antropología social y cultural.

Ahora bien, sé que está de moda demonizar cualquier institución que represente la unidad de los españoles, pero no es justo que una institución  tan valiosa quede en entredicho por las opiniones de alguien, que solo se formó en un corto periodo académico, y que solo haya percibido lo malo y nada de lo bueno; eso me hace sospechar que, menos objetividad, ahí hay algo más que no termino de comprender. ¿Cómo la opinión de una persona puede estar influyendo tanto como para poner en entredicho a todo un colectivo que tanto bueno ha demostrado a lo largo de la historia, y sobre todo, lo que ha evolucionado adecuándose a los nuevos tiempos?

Yo también conocí gente mala, rara, pero muchas más personas buenas que validaba esta institución como lo más valioso que tenemos, y reconocer al Ejercito como la mejor de todas las que nos representan. Es más, doy las gracias a  los malos, porque me ayudaron a descubrir nuevos caminos de mi vida, que tantas satisfacciones me ha aportado.  En ciertos momentos lo pasé mal, pero superé mis resentimientos; es más, durante los años posteriores, trabajé en medios de comunicación. Tuve durante años  micrófonos a mi disposición, pero la sensatez me acompañó y nunca hablé nada malo de este colectivo, no por miedo sino, porque habría carecido de objetividad. Ya han pasado muchos años, los suficientes, y creo que estoy en disposición para hacer un análisis con objetividad desde la distancia.

Por cierto, no he conocido ningún colectivo que no tenga algo de qué avergonzarse. Asociaciones, departamentos universitarios, organizaciones, grupos de interés, todas con privilegios y favores para unos pocos, que con el mínimo de esfuerzo han alcanzado puestos relevantes dentro del grupo y fuera, en la política sobre todo. Por desgracia, no siempre los que más se lo merecen. Y de eso ya sabéis bien de lo que hablo. Y una cosa más, lo que más cuesta es lo que más se valora. El esfuerzo, el sacrificio, entre otros, siempre me ha marcado. Así se lo hago entender a mis hijos. Así es que ¿por qué tengo que ocultar esta importante etapa de mi vida? Y sobre todo, cuando traté de ejercer mi profesión con dignidad y vocación.Y por último: aprendí que lo bueno hay que aplicarlo en primera persona. Creo que fui una buena persona, como así me han demostrado mucha gente que después de tantos años se han cruzado por mi camino y me han saludado con cariño. Para mí hay una máxima que deben aplicar las buenas personas: "Lo que no quiero para mí, tampoco lo quiero para nadie". Se acabó el ego y siempre desde la humildad pretendo aprender de las experiencias ajenas. Y no hay campo más idóneo para conseguirlo que el que elegí después-la antropología social. Dicen que el último proyecto es el que hay que volcarse, y en eso ando ahora, en el estudio del hombre y su entorno.

Y en cuanto a la ejemplaridad, alguien dijo,  Ortega, ...La ejemplaridad es algo que se tiene, se nace, no es algo que uno se propone. Se es ejemplar o no se es. Lo mismo pasa con la buena gente. En el Ejercito hay muy buenas personas, y no se merecen que cualquiera desde dentro, emita juicios sesgados por resentimientos no resueltos o qué se yo, que no acabo de entender.
Estamos en un buen momento para alimentar odios hacia los que piensan diferente, y algunos quieren sacar tajada. El problema es la falta de docilidad..el excesivo ego que impide ver, admirar a grandes personas ejemplares, que debería servirnos de modelo. Saber distinguir quién es el que manda y quién obedece, y para eso, se necesita ser humilde si queremos aprender y perfeccionarnos en sociedad.

Yo aprendí a obedecer y mandar fue siempre el mayor de mis retos, lo más difícil de esta profesión, y lo digo con el máximo de los respetos. Y parafraseando a Ortega, aquí la gran masa social peca de soberbia y no sabe reconocer a la gente egregia, le falta humildad y eso -docilidad, que es lo contrario a la -insumisión. Sigue siendo la mayor patología social ¿nacional? de nuestra querida España: la falta de reconocimiento a la  ejemplaridad. Esto todo es la consecuencia de la mala educación. ¿Quién tiene la culpa por haber mirado hacia otro lado? Os remito ami post: Qué poco hemos cambiado. 
Y de ahí lo de "La bestia humana"y la conciencia colectiva, cuando la mala educación es la causa.

2 comentarios:

  1. Y para los/as que trepan en la política, en la gestión empresarial,etc...sin haber adquirido una verdadera educación en valores humanos:
    "Podréis conquistar el poder pero nunca el liderazgo"

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  2. Pero ahora me sorprende tanto que un EX-JEMAD esté en el bando político que difiere tanto de lo que es ser un ciudadano español de solera.

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