MENSTRUACIÓN Y DESEO SEXUAL
Lo que diferencia a las mujeres de otras hembras, es su receptividad sexual permanente; las mujeres por regla general, están más excitadas durante la segunda mitad del ciclo menstrual.
Por supuesto es todo un proceso evolutivo y
de socialización de la especie humana, de cómo se transforma a partir del bipedismo y la pérdida
del celo típico de los demás mamíferos hembras. El primero haría que se
modificara el aparato reproductor femenino, más desarrollo del útero y dureza
de la placenta para soportar el largo
proceso de la gestación. Esto modificaría el sistema hormonal y aumentaría la
vascularización pélvica para ayudar a la fijación del feto en el útero.
CAMBIOS DURANTE EL CICLO MENSTRUAL
El 90 por ciento de las mujeres prefieren las
relaciones sexuales durante la fase ovulatoria (a los 14 días del mes y los
sucesivos hasta la regla. Es la fase lútea, y las mujeres en esta fase del
ciclo menstrual suelen estar más receptivas, mayor deseo sexual, más facilidad
para alcanzar orgasmos. Mayor lubricación
vaginal: “más copiosa y resbaladiza, logrando orgasmos múltiples con mayor
facilidad” (Mary Jane Sherfey (1977). También, Kinsey y su equipo
investigaron este hecho y constataron que salvo un porcentaje muy bajo, todas
llegaban al orgasmo con más facilidad durante esta fase de su ciclo.
¿A qué se debe este hecho? Por su puesto a un
factor hormonal que prepara a la mujer potencialmente fértil para concebir, con subida de estrógenos, pero que acompaña a una
mayor congestión y edema pélvico hasta que le baja la regla. Algunas, hasta los dos primeros días del ciclo, siguen con un alto grado de excitación sexual. Por
eso no es de extrañar que durante la mitad del ciclo, las mujeres estén en un
permanente estado de receptividad, más sensibles y emotivas; con una tensión
sexual que solo será aliviada con el desahogo tras la regla.
El orgasmo alivia las dolencias menstruales
El orgasmo alivia las dolencias menstruales
Los coitos frecuentes alivian las molestias producidas por la
tensión premenstrual nos dice Sherfey, pero ya es de sobra conocida la solución
a los dolores premenstruales con la autoestimulación hasta alcanzar el orgasmo.
En conclusión, con la posición erecta, embarazos gradualmente
más prolongados, posibilidad de menstruar durante la lactancia, con deseo sexual
permanente independientemente de la crianza, la hembra humana, se hace receptiva
durante todo el ciclo menstrual, aunque se ha comprobado que es precisamente, en
la segunda mitad cuando está sexualmente más receptiva y con mayor facilidad
para alcanzar los orgasmos.
Hola; mi pregunta es si puede ser contraproducente acostumbrarse al uso de penes artificiales en vez de la polla de mi marido. Verás, tengo una amplia gama de juguetitos de estos de diferentes tamaños y formas; los suelo utilizar con frecuencia a solas o con él, pero había oído por ahí que si te acostumbras a estos simuladores terminas aborreciendo el pene natural, concretamente el de mi marido. Él suyo es de los considerados normales en cuanto al tamaño y forma, pero lo más importante es que me gusta su pene y la verdad, para mí es irremplazable. ¿Dónde está el problema? Me gusta siempre que me masturbo meterme algo y si es la de mi marido pues mejor, pero si no está la suya pues tengo otras opciones ¿o no?
ResponderEliminarHola; si para ti no es un problema por qué crearlo. Yo también oigo cosas así en diferentes foros y creo que no tiene porqué ser contraproducente en el sentido de que reemplaces los penes artificiales por el pene que tanto te quiere.
EliminarPor otro lado, la satisfacción que produce tener algo grande en tu vagina mientras te estimulas es lógica y por supuesto nunca los puede sustituir los propios dedos. La fisiología femenina lo requiere. Si has leído mi post sobre “todo sobre el clítoris”, verás que tiene su explicación. El edema pélvico y la congestión vulvar que se produce en la fase de mucha excitación –meseta-, próxima al orgasmo, incita a que sigas tensando los músculos pélvicos y te pide que alivies los espasmos vulvares. Todos forman parte del sistema de ramificaciones del tallo de tu clítoris comprimido por el capuchón o prepucio de este. Conforme vas llegando al orgasmo, provoca una serie de contracciones musculares hacia dentro y hacia fuera, con lo que exige que tengas algo dentro de tu vagina, sobre todo en el primer tercio de esta, donde está la confluencia de multitud de terminaciones nerviosas, incluido el punto “G”. Así es que, el placer que proporciona un pene dentro mientras te masturbas es indescriptible, y el grado de desahogo y alivio es máximo con este relleno en tu vagina.
Otra cosa es que hablemos de la interacción erótica que como suponemos es entre dos. Lo que se comparte es totalmente diferente claro, pero no olvidemos que como buena metáfora, se puede pasear sola o acompañada. Una cosa no debe sustituir a la otra, la complicidad con tu pareja y la comunicación sobre todo, ayudará a que estos temas los abordéis y los vayáis incorporando en vuestros encuentros amatorios sin tabús ni miedos, porque os hará no caer en la rutina esa tan antierótica que hay que evitar.
Un saludo