lunes, 25 de mayo de 2015

QUÉ POCO HEMOS CAMBIADO

¿Realmente buscamos la estabilidad, o seguimos en la confrontación permanente?¿Por qué al fuego se le hecha gasolina? Qué contradictorio es todo. Hemos visto como Reino Unido ha reaccionado en sus últimas elecciones con la reelección de Cameron contra todo pronóstico, ante el inminente riesgo de inestabilidad del pueblo británico. Y claro, me hace reflexionar, porque me produce escalofrío nuestra peculiar forma de reacción, y que no hayamos cambiado tanto. El eterno español y su compleja forma de reacción me deja perplejo. Así es que un poco de nuestra historia reciente no nos vendría nada mal.

Amadeo I de Saboya, reinó en España apenas dos años (1871-1873)” Ah, per Bacco, io non capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi:”No entiendo nada, esto es una jaula de locos”, declaró. Y una canción decía.. Ay... Qué poco hemos cambiado ¿Os acordáis?
Leyendo a Ortega llegamos a la misma conclusión. “España es ingobernable”.  En épocas de crisis, los particularismos se acentúan. El particularismo es aquél estado de espíritu en que creemos no tener por qué contar con los demás nacionalistas, decía Ortega. “¿Quiénes son los demás?- nadie", concluye Ortega (España Invertebrada. pg:59-60).
Yo diría, una jaula de grillos.

Disculpadme, pero lo primero que me viene a la cabeza son los nacionalismos, porque sigue siendo el mayor problema desestabilizador del Estado. Por eso si me lo permitís, quiero hacer un poco de historia.

Para conocer bien el porqué de los nacionalismos periféricos en España, deberíamos saber todo lo que ocurrió durante el siglo XIX, y sobre todo, en la segunda mitad y finales, concretamente 1868 y 1898, respectivamente.
Es curioso que durante esa etapa, en Europa se produjeran cambios económicos, sociales y políticos muy significativos, mientras España seguía estancada en lo económico y lo social. La expansión de los estados europeos por África y por todo el mundo, contrastando con la decadencia y pérdida de las colonias españolas  por América; el desprestigio de los borbones ahora estaba en su punto más álgido. Con el absolutismo de Fernando VII a inicios del XIX, y su empeño en paralizar la ya iniciada revolución liberal y el proyecto secularizador y de modernización. Sí, también las guerras carlistas contribuyeron a dividir a los españoles de la época. Siempre las dos Españas, para variar.
También en la mitad del XIX, en Europa aparecen líneas ideológicas basadas en el darwinismo social; con la idealización de la supremacía de la raza. Esto deja a España en la periferia de Europa, y del que se inspiraría Sabino Arana en su discurso etno- nacionalista, y su  vergüenza de ser  español le anima a reinventarse.

El inconsciente colectivo se transforma en la “bestia humana”

A partir de ahí los nacionalismos se reinventan así mismos. Se inventa un imaginario colectivo construyendo un enemigo común -"los otros" -españoles. Se fabrican símbolos identitarios, hechos históricos imaginados; y se redescubren unos héroes que nunca existieron.
Es cierto que la revolución industrial sólo se dio en dos zonas de España. Mientras, las otras estaban sumidas en el provincialismo y localismo. La realidad de España es la provincia, diría Ortega:” La influencia de Madrid termina a seis kilómetros de la capital”.
Dos regiones industrializadas como Cataluña y Vizcaya tratan de diferenciarse de las otras, olvidando esta última que sin el aporte económico de capital inglés, o  de la mano de obra proveniente de las provincias menos industrializadas, lo que para ellos serían los “charnegos" y “maquetos”, respectivamente, nunca lo hubieran conseguido. También supo Arana retroceder en su última etapa, pero ya era demasiado tarde. El bajo clero vasco fundaría lo que hoy conocemos como PNV. Que por cierto, de una facción de estos, emergerían los separatistas y terroristas de ETA en el tardo- franquismo.

Según Borja de Riquer: fueron las elites cultas regionales las que dirigieron aquella búsqueda de etnicidad y de identidad en su región. La invención de la tradición, tomada de las corrientes europeas y sentido de estado en auge. Ejemplo, el risorgimenti italiano con sus renaixenças o rexurdimentos, puntos de partida de los nacionalismos actuales en España. Sí, las elites minoritarias catalanas reinventaron sus tradiciones creando unos mitos literarios; su romanticismo consistía en convencer al pueblo catalán de que la forma correcta de hablar era el catalán de Barcelona, oponiéndose a los otros, el resto de españoles (cita Alvarez Junco)"Se hizo España, pero no se supo hacer españoles"

Y sigue: "La nacionalización de las masas fue inexistente. Educación, servicio militar, símbolos y monumentos deficitarios. Mientras, los símbolos religiosos están en exceso. España supo hacer católicos, eso sí, pero no supo hacer españoles". Ahora las consecuencias. Un volcán latente.

Alguien dijo: “Las reglas crean las instituciones y estas las cambian”. Esto explicaría la falta de respeto a los símbolos de identidad nacional, de los pocos que aún nos quedan.

lunes, 4 de mayo de 2015

LA EDUCACIÓN SEXUAL...¿ CURA, MÉDICO O SEXÓLOGO?

Cuando hablamos de EDUCACIÓN SEXUAL, qué papel juegan las agencias institucionales, religiosas, sanitarias, en las definiciones como sexualidad,  amor, pareja. Y, sobretodo ¿cuál es la idónea?


TUTIFRUTI
Estamos viendo que la Iglesia sigue reforzando los modelos de pareja en la heteronormatividad, esto es, solo conciben las relaciones hombre-mujer, y excluyen o invisibiliza las otras que no consideran normales, o "antinaturales", como es la relación hombre-hombre, mujer-mujer. Pero, también excluyen de su norma otros modelos de parejas no tradicionales, como los nuevos modelos de familias reconstituidas, o las que ahora se están dando como las LAT.

De la naturaleza a la cultura, fue el gran salto que dio el ser humano. Lo natural vs cultural, gran paso histórico del homo sapiens.

Es un hecho, que la Iglesia está mirando hacia otro lado, porque no quiere reconocer que existen muchos tipos de parejas además de las que ella considera normales. Así es que, se niega la evidencia, el dinamismo social, el cambio en los modelos culturales consecuencia de una globalización y el cambio de costumbres culturales que  ciertas instituciones tan conservadoras  no termina de digerir.

Sobre su definición de sexualidad, viendo el libro que recientemente ha publicado el Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, y a Begoña Ruiz Pereda (Seglar consagrada), sobre su libro “SEXO con alma y cuerpo”, me produce una sensación de estar encorchetado en una línea doctrinaria. Que aunque con pretensiones de aperturismo literario, con algunas expresiones modernas, tratando  de transmitir un nuevo mensaje sobre lo que para la Iglesia es la sexualidad, pero, a mi entender, el fondo es el mismo.

No sé qué formación en sexología tiene la seglar consagrada,  Begoña, pero,  no parece que sea la mía. Tal vez, tenga más éxito que yo como educadora sexual, porque, es cierto que los educadores sexuales formados en mi línea sexológica hemos sido mal entendidos, y nos han cerrado muchas puertas sin antes habernos escuchado. Si es por eso, estamos dispuesto a cambiarnos el nombre. En vez de sexólogos titulados con un Máster en Sexología por la UAH, y que nos acredita para dar educación sexual, que nos cambien el título por "afectivo-sexual". Si al final, siempre hablaremos de lo mismo, lo que sabemos y debemos –del Hecho Sexual Humano, de hombres y mujeres,  y de la sexualidad como condición de ser sujetos sexuados. Seguiremos en la línea para atender las inquietudes de los jóvenes, en función de lo que saben, quieren saber y de lo que deben saber.

Es cierto que no hablaremos de la inmortalidad del  Alma o de la Verdad de Cristo, porque está fuera de nuestro campo disciplinar. Pero sí hablaremos del cuerpo y la mente. No hablaremos de la Castidad, pero sí de los sentidos. También hablaremos de la sexualidad saludable y sobretodo responsable.
La genitalidad, aunque no se lo crean,  no es nuestro objeto de estudio, aunque cuando hablamos de sexualidad, es lo primero que les viene a la mente a todos. Nuestro objeto de estudio es el Sexo, entendido como- los sexos, o sea,  la cuestión de los sexos, -de hombres y mujeres- como sujetos sexuados, que viven y expresan una sexualidad propia y particular, porque como tantas veces repetimos –todos somos únicos e irrepetibles.

Luego, el respeto, otro valor,  también es a la diversidad, no solo religiosa, sino, sexual, política y sociocultural.
Tal vez eso no sea suficiente para que los centros nos vean como poco creíbles, y sigan prefiriendo el cura, la monja o el médico; así cubren su expediente, y no se complican la vida. Porque eso de hablar a los adolescentes de estos temas, uff, es muy arriesgado ¿no?
La iglesia  no renuncia a perder su hegemonía en materia de educación, y sobre todo en esto de la castidad, luego, son ellos los que no se quitan de la cabeza esto de la genitalidad, cosa que los sexólogos ya tenemos sublimado, y de lo que casi ni hablamos. Los médicos, porque su discurso sigue siendo más creíble, sobre todo por su conocimiento en las enfermedades de transmisión sexual, luego también centrados en el locus genitalis,  el primero prohibitivo, el segundo prescriptivo; ambos normativos. 
Y no se trata de prohibir, ni permitir, sino de cultivar
 Nosotros, insisto, lo abordamos siempre dentro de la dimensión humana, cultivadora y comprensiva, donde los afectos, las emociones son el eje principal del discurso.

Que pienso que todos los agentes sociales o religiosos son válidos, y que todos nos complementaríamos para educar adecuadamente, pero excluir por sistema, y sin conocernos adecuadamente es un error.

Luego, ¿qué instituciones son las que genitalizan el Sexo, perdón los sexos?

EDUCACIÓN SEXUAL EN VALORES

Una propuesta sobre lo que debería ser una educación sexual: Como ven, no se puede reducir la educación a unas charlas esporádicas del médico sobre los métodos anticonceptivos y las enfermedades, solo para cubrir el expediente y todos contentos, que no está mal, pero aquí falta algo, un educador sexual, que para eso está.

            Tampoco nos queremos reducir a un modelo único de intervención: Los profesionales de la Sexología formados en el INCISEX y dependiente de  la Universidad de Alcalá de Henares, abogamos por un modelo integrador, instructivo, relacional,pero, muy escialmente comprensivo ajustándose a la realidad social; que procure situarse próximo a la persona , estudiar y comprender el hecho sexual humano, así como su diversidad para promover actitudes de acercamiento y de comprensión. Educación Sexual como cultivo de actitudes positivas. Que se entienda que la sexualidad es fuente de expresión, afectos y placer, basado en el respeto mutuo y si se quiere en la reproducción.

            En definitiva, que consideren la sexualidad como valor, rompiendo mitos, estereotipos, que han ido desvirtuando los conceptos que han ido reduciendo la dimensión sexual a la simple genitalidad o genitocentrismo. Proponemos romper con mensajes negativos y erróneos del universo sexológico. 
Y para finalizar, quisiera hacerlo con palabras de Efigenio Amézua,  director y fundador del Instituto de Ciencias Sexologicas, doctor en Sexología por la Universidad de Lovaina: “No se trata de que la sexualidad sea algo prohibido, ni siquiera permitido, sino cultivable. La sexualidad ha sido juzgada y condenada, patologizada y moralizada, sin haber sido estudiada y comprendida”





domingo, 3 de mayo de 2015

SOBRE LA EDUCACIÓN SEXUAL O AFECTIVO-SEXUAL

Dirigido a Mons. José Ignacio Munilla, y a Begoña Ruiz Pereda (Seglar consagrada), sobre su libro SEXO con alma y cuerpo.
Dice en su prologo:
“Si la Iglesia en el momento presente está intentando hacer un esfuerzo extra en sus centros de orientación familiar, colegios, asociaciones juveniles, etc., para educar a los jóvenes en la visión de la afectividad y la sexualidad, no es tanto porque se trate de un cometido específico de la Iglesia, como por salir a dar respuesta a una de las carencias más graves de nuestra sociedad. En efecto, la gran mayoría de los cursos de educación afectivo-sexual que se imparten en la red de enseñanza pública (a veces incluso en la privada), son abiertamente antinaturales, por haber asumido la ideología de género. Su meta se reduce al llamado “sexo seguro”, es decir, a la enseñanza de la “practica” del sexo, sin riesgo aparente de embarazos ni de enfermedades de transmisión sexual. En realidad,  no  ofrecen una educación sexual, sino una mera enseñanza de la práctica genital. Es como si nos diesen un cursillo de cómo conducir un coche, sin enseñarnos las nociones del Código de Circulación, y sin que supiésemos a dónde poder dirigirnos con él”.

Es lamentable que se nos siga metiendo en el mismo saco a los educadores sexuales. Desde la perspectiva de la Sexología Sustantiva, venimos denunciando la ausencia de educación en este campo en todas las áreas educativas,  y que cuando se imparte, muchos lo hacen desde el intrusismo más descarado. 
Mi línea formativa, se basa en la educación sexual o como quieran llamarla, básicamente es sexualidad en valores, como el respeto a los otros, la responsabilidad en la toma de decisiones, o sea, en no apresurarse si no se está preparado madurativamente. Saber que la sexualidad no solo es lo que se hace con los genitales, si no, que hay mucho más en juego: no solo es fuente de placer, sino, de afectos, de sentimientos, emociones. Hablamos de relaciones sexuadas, que puede ser, abrazos, besos, caricias, en fin…, un amplio mapa de posibilidades, siempre en función de lo que cada persona entienda como tal. Por eso nos ajustamos a lo que saben, quieren saber y lo que deben saber. Esto incluye, aclarar las desinformaciones bien de la industria mediática, o de los grupos de amistad, que es lo más frecuente. En definitiva, aliviar a estos jóvenes de la pesada losa de la culpa.
 Hay tanto de qué hablar, que casi nunca nos da tiempo para hablarles de condones. Rechazamos el modelo prohibitivo-preventivo, y apostamos por un modelo comprensivo, e incluso promocional de una sexualidad sana y responsable.
 Y por supuesto, claro que en el respeto está aceptar la diversidad de género o sexual, o como quieran, porque no somos normativos. ¿Quien está en la norma? ¿Qué es ser normal?¿Quién traza los límites de la normalidad? En definitiva, no hablamos de sexualidad, si no de sexualidades, porque forman parte de las vivencias de cada chico o chica. Respetamos las ideologías socioculturales y religiosas, por supuesto. Así es que, desde el respeto que me merece su aportación a la complejidad sexual, no me parece justo que se nos excluya de este campo, sin conocer cuál es nuestro modelo educativo.