El cuerpo humano ha sido en
todas la épocas tema central en el arte, de sus normas y reglas morales. Es a
través del desnudo, como mejor se ha representado, en todas las épocas
históricas, la condición sexual humana. Cualquier estudioso del hecho
sexual humano, no puede prescindir del recorrido histórico del arte y lo que
representa en la erótica de las personas, siempre cambiante, por supuesto, y sobre todo, respecto a la
sexualidad, siempre condicionada por la cultura.
Y estar desnudo a ser un desnudo, consiste según Kenneth Clak (1987),
estar sin ropa en el primer caso, y el segundo, una forma de arte. Según él, un
desnudo no es el punto de partida de un cuadro, sino un modo de ver propio del
cuadro, y tiene que ver con la sexualidad vivida. O sea, con la propia persona
que lo mira.
El cuerpo humano desnudo siempre ha sido el tema central en el
arte. Está cargado de significados no solo para la propia persona
que lo representa, sino para el público que lo observa.
DÓNDE ESTÁ LA FRONTERA ENTRE ARTE Y EROTISMO
Cuantos antepondrían el
concepto de arte auténtico con el de erótica en el arte, como si ésta fuera
otra clase de arte marginal, espurio. Es muy posible que las obras eróticas
fueran creadas precisamente por ser motivo d censura, y porque la sexualidad siempre
ha sido sometida al control, vigilancia y castigo (Foucault). Así, el
arte erótico no es el reflejo de la libertad sexual lograda, sino, más bien
producto de la supresión y represión a la que ha sido sometido.
Para John Berger, el contenido erótico de ciertas obras de arte con desnudos no es expresión de los propios sentimientos del artista, sino de quién la encarga.
En la pintura, por ejemplo,
el artista es como el sacerdote en el ritual
religioso. Es el mediador entre la divinidad representada y la mirada que
observa; entre ambos se establece un vínculo espectacular, como mediador debe
anularse en el sentido de la relación intima sujeto-objeto, en comunión.
La imagen como generadora de las
fantasías. La imaginación subjetiva del sujeto que mira, no tiene más límites
que la capacidad para generarlas. La mirada no es algo que sólo se hace
con los ojos, es algo que trasciende lo fisiológico y tiene más que
ver con la experiencia sensorial de cada uno; refiriéndose al texto visual en
un concepto más amplio que el de simple imagen.
Establecer un diálogo visual
entre la obra y el espacio que la rodea, lo implícito y lo explicito, lo de
dentro y lo de fuera como parte de la misma; es una mirada interdiscursiva.
Buscando en la experiencia, que consiste en la necesidad de comprender los
procesos mentales mediante la percepción, como proceso cognitivo por el que
somos capaces de elaborar, interpretar, analizar, integrar lo que captan
nuestros sentidos.
Podemos llegar a la
conclusión de que la representación del desnudo en el arte, ha sido protagonizada
fundamentalmente a través del cuerpo femenino, aunque hoy la mujer exige
recrearse con el cuerpo masculino con más fuerza que el hombre con el femenino.
El arte debe a las mujeres haber servido como objeto de deseo para su
destinatario; unas veces como vírgenes, diosas, heroínas, prostitutas, donde el
deseo y la mirada, vuelven real lo imaginado. Hoy ¿ambos desnudos, el de hombre
y el de la mujer están igualados en este mercado de la oferta y la demanda?
Me
gustaría saber si ambos cuerpos son mirados o imaginados de la misma forma. Me
refiero a que si hombre y mujer tienen la misma mirada ante un desnudo humano.