UN ESTUDIO REVELA QUE LOS HOMBRES CUANTO MÁS HACEN LA COLADA, FRIEGAN EL SUELO, MENOS SATISFACCIÓN SEXUAL PROVOCAN EN SUS PAREJAS.
¿Cómo
influyen las relaciones sexuales cuando los hombres se meten a
cocinicas?¿A las mujeres les pones más los hombres que se tocan los “cataplines” mientras la mujer lo hace todo? ¿Es cierto que
el reparto de tareas domesticas influye en la respuesta sexual de la pareja?
Es curioso pero en este estudio hecho en
Estados Unidos, a las mujeres les atraen más (sexualmente) los hombres
que ni barren ni friegan. Ver este estudio:http://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://www.asanet.org/journals/ASR/Feb13ASRFeature.pdf&prev=/search%3Fq%3D(http://www.asanet.org/journals/ASR/Feb13ASRFeature.pdf)%26rlz%3D1C1KMZB_enES558ES558%26es_sm%3D122
http://debates.coches.net/archive/index.php?t-235504.html
http://debates.coches.net/archive/index.php?t-235504.html
Un hombre con la fregona en la mano al
parecer resulta poco erótico para su pareja.
Según dicho estudio, cuanto más marcadas las diferencias de roles hombre-mujer, más fuerte es el
deseo o atracción sexual, o por lo menos, más satisfacción marital.
Este estudio realizado en Estados Unidos, y al parecer sobre una población más clásica y
tradicional; con lo cual, los roles sexuales entre ambos son más rígidos,
mientras que las tendencias entre las parejas más jóvenes sería al contrario
más flexibles e igualitarias.
Según las nuevas tendencias, el reparto igualitario de las tareas doméstica, se da más en las parejas jóvenes, y más en los tiempos que corren. Imaginad una pareja en la que
ambos trabajan ¡qué afortunada! Pero cuando no es así, que solo es uno el proveedor familiar, el reparto equilibrado, está más que obligado. Este asunto, aunque parezca contradictorio, aún es el tema del conflicto de muchas parejas.
De hecho es el más habitual en
los problemas de pareja. El reparto de tareas domésticas suele ser fuente de
conflictos en las parejas tanto heterosexuales como homosexuales, puesto que
despiertan ese “bicho del poder”. Según Camila Plagia, aunque reconoce la labor de las políticas feministas
para integrar a las mujeres en la esfera social, aun existen grandes
diferencias en la sexual. De la diferencia entre sexos, las mujeres dominan
la esfera sexual y emocional.
Cada uno hace lo que puede y se necesita
que ambos pongan de su parte, se complementen; para lo cual, deben negociar las
reglas de juego con el mínimo de conflictos. Pero, si encima, tu mujer te
critica por lo mal que han planchado, lavado, tendido la ropa. Tú que has
puesto toda la ilusión del mundo, te has preocupado en seleccionar colores, y mirado las etiquetas, has puesto el suavizante en el compartimento
que pone en las instrucciones; has tendido la ropa con las pinzas
apropiadas…qué lio, pero estás aprendiendo y necesitas un reconocimiento como
todo el mundo. Tal vez, como premio hagáis el amor…Te lo has merecido. Pero, en
cambio, llega del curro y te reprocha lo mal que lo has hecho todo. Una mujer, tras un conflicto, raras veces estará dispuesta a la demanda erótica de su pareja.
Consejo para los hombres: no
mendiguéis un “polvo” de esa manera tan humillante; porque terminareis creyendo que cada vez que tenéis sexo es como premio y no porque os desea. Además, si es manipuladora, cada vez os pondrá el listón más alto.
Volviendo al este estudio:
Volviendo al este estudio:
¿Por qué puntúan
alto en –satisfacción marital- las parejas con un modelo rígido
“clásico” –sexista, y, por el contrario, el flexible e igualitario –insatisfacción sexual, según las
encuestas?
Me pregunto si tendría que
ver con los límites en la pareja. Si en las clásicas y tradicionales los
límites eran más claros y definidos, ellos dirían típicamente masculinas, y ella las tareas
típicamente femeninas. Pero, estos roles sexistas ya están anticuados.
Otra cosa es que en ciertas familias más tradicionales y conservadoras, a los
hijos e hijas los hubieran educado en esa línea tan diferenciada para cada
sexo; con lo que se reproducirían los estereotipos sexistas y
rígidos de sus padres.
Lo que
solemos decir, "hacen lo que vieron en su casa", y que una vez que constituyen su
propia pareja afloraran esas diferencias heredadas. Pero, no solo se educa
desde casa.
Los discursos que generamos en los medios de
comunicación sobre estos asuntos tan polémicos, también producen sus efectos.
Estaríamos reproduciendo estos estereotipos como ideales, y se corre el riesgo
de imitarlo.
Por otro lado, se irritarán las feministas
porque tocamos un tema central en la relación hombre-mujer, y en la lucha
de poder entre sexos como principal fuente de conflicto.
Este es un estudio muy
arriesgado, puesto que deja en evidencia la tarea que vienen haciendo las
feministas por la reconciliación familiar y laborar. Tratar de romper esa
manida dicotomía, para el hombre el espacio público y para mujer el
doméstico.
¿Creéis que es válido llegar
a la conclusión de que en las parejas que siguen un modelo tradicional de
hombre en el sofá tocándose los "cataplines" y mujer haciendo la casa, son los
que más follan? Sé de
parejas en las que el hombre no hacía nada en casa, la convivencia era
conflictiva, y las relaciones sexuales cada vez eran peores o incluso
inexistente. Tras dialogarlo con su pareja, se convenció de que debía
participar más en las tareas del hogar. Ahora la satisfacción marital es más
buena y satisfactoria.
Si llegamos a la conclusión de que un hombre
cuanto menos colabora en las tareas de casa es más masculino, y al revés, la
mujer cuanto más dotada para estas tareas domésticas es más femenina, y
si, precisamente estas diferencias son las que hacen que ambos se atraigan
sexualmente, estaríamos reproduciendo unos estereotipos de género muy
patriarcales, arcaicos y por supuesto -sexistas.
"Cuando la rutina entra por la puerta, el amor sale por la ventana".
Cada pareja construye su propia erótica.
Cuando se buscan y se unen o deciden vivir juntos es porque hay una
afinidad compartida, y un compromiso. Su grado de satisfacción sexual tiene que ver con la
atracción sexual. Lo que llamamos deseo, es la clave, pero éste hay que nutrirlo con más variables cada día.
Repito, el grado de satisfacción
sexual de la pareja no es medible por el número de encuentros sexuales al mes,
sino por la calidad de los mismos. Las habilidades de ambos para renovarse y
ser creativos es la clave para que la pareja sea feliz, independientemente de
cómo lleven las tareas domésticas. Pues si la medida está en cuantos más polvos mejor, y si no se tiene en cuenta que la cuestión no es cuántos sino, cómo son los que echáis; a lo mejor la cantidad no es lo más importante.